Hábitos para un envejecimiento saludable
Se acerca septiembre y con él llega la vuelta a la rutina. Del mismo modo que enero es el mes de los buenos propósitos, septiembre es un muy buen mes para incorporar a nuestra rutina hábitos que nos ayuden a mantener y mejorar nuestro estado de salud.
Tengamos la edad que tengamos y estemos más o menos cerca de la vejez, lo que está claro es que lo que hagamos hoy influirá, y mucho, en la calidad de vida que tendremos mañana.
Así que hoy queremos compartir con vosotros algunos hábitos que os ayudarán a fortalecer el organismo y a envejecer de la forma más saludable posible.
Actividad física
¡Un clásico en toda lista de hábitos saludables!
La actividad física es un hábito que todos, pequeños y mayores, debemos incorporar en nuestra rutina. En el caso de las personas mayores lo recomendable es realizar entrenamientos regulares que incluyan ejercicios destinados a potenciar la resistencia, la capacidad cardiorrespiratoria, el equilibrio y la flexibilidad.
Evidentemente siempre hay que buscar los ejercicios más acordes a la edad y al estado de salud de cada persona, pero hay un ejercicio que se adapta prácticamente a todo el mundo: caminar.
Caminar, como mínimo, media hora al día a un ritmo constante es un muy buen entrenamiento para que muchos mayores mantengan su cuerpo activo y en buen estado de salud.
Dieta equilibrada
Una buena nutrición es, junto con el ejercicio físico, el gran aliado del envejecimiento saludable. Reducir grasas, consumir fruta, verdura, fibra….es esencial en cualquier dieta, especialmente en la de las personas mayores.
En los mayores las necesidades energéticas son inferiores a las del adulto, lo que hace necesario una readaptación en la dieta puesto que necesitará ingerir muchas menos kilocalorías diarias (entre 1.700 y 2.000 Kcal/día).
A no ser que se sufran enfermedades concretas que requieran llevar una dieta específica determinada por un médico, lo recomendable es realizar 4/5 comidas diarias siguiendo una dieta que incluya:
- Entre dos y tres raciones diarias de leche y derivados (yogur, queso,…). Si son desnatados y bajos en sal mucho mejor.
- Cereales y tubérculos en cada comida (pan, pasta, arroz, patatas…) .
- Al menos dos o tres piezas de fruta al día.
- Verduras y hortalizas.
- Dos o tres raciones semanales de legumbres.
- Carnes, pescados y huevos, teniendo en cuenta que el pescado debe estar más presente que la carne y que lo mejor es optar por carnes magras como las aves sin piel y el conejo. En cuanto a los huevos se pueden tomar hasta 4-5 huevos a la semana, si no existe contraindicación médica.
- Es recomendable moderar el consumo de azúcares y derivados, especialmente los simples o refinados. Es decir, cuanta menos bollería, mejor.
- En cuanto a aceites y grasas, el aceite de oliva debe ser la principal grasa tanto para cocinar como para aliñar los platos y se debe limitar al máximo el consumo de grasas animales como la mantequilla y la nata.
- En cuanto a líquidos, se aconseja tomar como mínimo 8 vasos diarios de agua.
Entrenar la mente
Cuidar la mente es tan importante como cuidar el cuerpo, con lo que realizar diariamente algún tipo de actividad para ejercitarla (memorizar la lista de la compra, recordar nombres de calles, realizar sumas y restas sencillas como por ejemplo calcular cuánto nos va a costar lo que llevamos en la cesta de la compra o el cambio que nos tienen que devolver en la tienda,…) nos ayudará a mantenerla activa durante más tiempo y a prevenir enfermedades neurodegenerativas.
Vida social activa
El bienestar emocional es sumamente importante para nuestra salud, con lo que uno debe poner de su parte para sentirse lo mejor posible.
Llegados a cierta edad, en muchos casos vivimos la pérdida de algún ser querido o cambios en las relaciones familiares que hacen que estemos sin compañía más horas de las que quisiéramos, lo que nos puede hacer sentir tremendamente solos.
Para evitar este sentimiento de soledad que puede llegar a derivar en estados depresivos, lo mejor es llevar una vida social activa: participar en las actividades socioculturales de tu ciudad, realizar actividad física con otras personas, buscar la manera de realizar algún tipo de voluntariado,…en definitiva, cualquier actividad que te haga estar en contacto con otras personas, compartir experiencias y pasar un rato con amigos y conocer a nuevas personas.
Realizar chequeos médicos regularmente
Finalmente, para confirmar que todo lo que estamos haciendo da buenos resultados, es importante no saltarse las visitas médicas regulares y realizar los chequeos periódicos para comprobar que todo está perfectamente.
Mantener un estilo de vida saludable empieza en nosotros mismos y en nuestros hábitos, y es básico para que el paso de los años sea motivo de satisfacción y de celebración.
Desde Pensium os animamos a seguir estas sencillas pautas y a hacer honor a la expresión latina “mens sana in corpore sano” (mente sana en cuerpo sano), que sigue totalmente vigente siglos después de haber sido escrita.