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Cómo afrontar los cuidados de las personas mayores dependientes en casa

Cómo afrontar los cuidados de las personas mayores dependientes en casa

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Evolución demográfica de la población española

Durante las últimas décadas, se ha evidenciado un incremento notable del número de personas dependientes, como consecuencia de diferentes factores que inciden directamente en la composición de la pirámide de edad tanto de la población española como a nivel mundial. Cómo afrontar los cuidados de las personas mayores  dependientes en casa va a ser un reto a superar a futuro.

Las proyecciones para los años próximos indican que la población mayor de 79 años no dejará de crecer, tendencia que se estabilizará durante los años 2.058 a 2.068, pero la franja de edad que de forma inequívoca se disparará en el tiempo será la franja de mayores de 80 años, que ya desde el 2.011 ha experimentado un crecimiento muy significativo.

Hay diversas causas para el incremento de la población en estas franjas de edad, que no sólo han provocado el aumento del envejecimiento de la población, sino que también originarán cambios en los hábitos de la sociedad española mayor de 65 años y la forma de afrontar las consecuencias de la evolución de las personas dependientes. Una de las causas es una mayor esperanza de vida, como resultado de los avances médicos combinados con la evolución tecnológica que han hecho que enfermedades que antaño eran mortales en la actualidad tengan cura, aunque requieran de cuidados de larga duración. Otra de las causas para el incremento poblacional será la incorporación de la generación de babyboomers a la franja de edad de mayores de 65 años.

¿Cuándo llega la situación de dependencia en los mayores?

Según datos del IMSERSO correspondientes al 2021, se constata que el 53,51% de la población mayor de 80 años ha sido reconocida como dependiente por el Estado. Este dato se puede relacionar directamente con las estadísticas de esperanza de vida publicadas por el INE. Con datos también de 2021, se observa que, cuando se alcanzan los 65 años, los hombres tienen una esperanza de vida de 19,2 años, de los que 11,5 son con buena salud, mientras que en las mujeres la esperanza de vida al alcanzar los 65 años se sitúa en 23,1 años de edad, de los que 11,3 son con buena salud. Todos los datos apuntan que la nueva llamada cuarta edad va a necesitar cuidados asistenciales de forma clara y continuada.

Las personas mayores a medida que van avanzado hacia la vejez van perdiendo autonomía para realizar las tareas cotidianas que les permiten las mínimas actividades para cubrir sus necesidades básicas: cocinar, hacer la compra, ducharse, comer, vestirse…Es importante analizar y determinar el momento en el que la persona mayor necesita ayuda y en qué grado. La ley vigente determina cuál es el grado de perdida de autonomía de la persona mayor.

Los grados de dependencia indican la necesidad que tiene la persona mayor, de recibir ayuda o asistencia. Los niveles de dependencia pautados permiten saber cuáles son las necesidades específicas en cada caso, Por ello, es importante establecer grados de dependencia y niveles en el plano sanitario y en el legislativo.

La ley establece tres grados de dependencia en función de las necesidades asistenciales de cada mayor adulto.

Grado I: Dependencia moderada

Este primer grado dependencia se refiere a personas que empiezan a necesitar alguna ayuda en su día a día. Por ejemplo, en labores cotidianas básicas para las que esa persona requiere un apoyo al menos una vez al día.

Grado II: Dependencia severa

 En un grado de dependencia severa se incluyen personas que necesitan ayuda dos o tres veces al día.

Grado III: Gran dependencia

Las personas con un grado 3 de dependencia son aquellas que necesitan ayuda constante para llevar a cabo la actividad esencial diaria. Son personas con pérdida total de autonomía, física, mental, que necesitan apoyo continuo de otra persona.

¿Qué papel juegan los Servicios de Cuidados de Personas Dependientes en casa?

 Los servicios de atención domiciliaria garantizan la atención a las personas en situación de dependencia en función de las necesidades de cada usuario, que pueden desempeñar bien empresas especialistas en estas funciones o profesional a título individual formado y con experiencia en este tipo de actividades.

Se especializan en dos áreas diferenciadas:

  • Limpieza, cocina u otras actividades relacionadas con el hogar. Estos servicios sólo pueden prestarse juntamente con los señalados en el apartado siguiente, y como máximo pueden suponer el 50% de la intensidad horaria total del Servicio
  • Servicios relacionados con la higiene personal, acompañamiento, medicación, comidas, etc…

Para tener acceso a estos servicios, es indispensable tener declarado algún grado de dependencia, y si no es así, se tendrá que solicitar a través de los servicios sociales de la ciudad de la persona dependiente.

Las personas con dependencia severa y muy severa, es decir, con grado II o grado III de dependencia, se sitúan actualmente en el último dato de 2023 en 1.128.211, pero si tenemos en cuenta el cambio demográfico proyectado para los próximos años, en 2050 podemos superar los 16 millones de personas.

Por lo tanto, la demanda de cuidadores está previsto que crezca de forma exponencial en los próximos años.

¿Cómo se ayuda a las personas en situación de dependencia y sus familias?

En el momento en el que la situación de dependencia de la persona mayor se hace evidente, lo más importante es determinar qué grado de dependencia tiene y a qué ayudas puede optar. Los servicios sociales de los ayuntamientos de los municipios son los encargados de, a través de una visita personalizada, determinar el grado de dependencia y los cuidados que requiere la persona en situación de dependencia.

Una vez se determina el grado de dependencia y las ayudas, en muchos casos las prestaciones no con suficientes para pagar los cuidados de la persona en situación de dependencia, y las familias tienen que buscar otras soluciones alternativas para la contratación del cuidador.

Según datos de la Información Estadística del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, la media de las ayudas en el territorio español se corresponde con los siguientes importes: en el grado de Dependencia I es de 233,5 euros, en Grado II, el importe es de 367,1 euros, y en grado III; el importe de la prestación es de 594,3 euros.

La necesidad de empresas especializadas en atención domiciliaria

El aumento de la demanda ha llevado al surgimiento de empresas que ofrecen atención domiciliaria personalizada, adaptada a las necesidades específicas de cada persona. Estas empresas brindan una alternativa flexible y accesible para quienes no pueden acceder a los servicios públicos o prefieren recibir cuidados en la comodidad de su hogar. Una de las soluciones que ha ganado reconocimiento en este campo es Qida, una empresa que se especializa en la atención domiciliaria de personas mayores o con algún tipo de dependencia. Qida ofrece un modelo de atención centrado en la calidad, con profesionales cualificados que proporcionan acompañamiento y cuidados a domicilio.

El reto de financiar la atención domiciliaria

A pesar de las ventajas que ofrece la atención domiciliaria, muchas familias enfrentan dificultades económicas para asumir estos costes a largo plazo. Para abordar este problema, existen soluciones como Pensium, una empresa que ofrece un modelo innovador de financiación. Pensium permite a las personas mayores utilizar el alquiler de su vivienda como una fuente de ingresos para cubrir los gastos del cuidador, sin tener que vender su propiedad. De esta manera, los usuarios pueden mantenerse en sus hogares el mayor tiempo posible, con la tranquilidad de recibir los cuidados necesarios.

Según un estudio recientemente realizado por ambas compañías, el 95% de las personas quieren envejecer en casa mientras sea posible. Sin embargo, el 60% de las familias acaban escogiendo una opción al domicilio por motivos económicos.

De las familias que eligen el domicilio, el 55% cubren el pago de los cuidados con sus ahorros, lo que genera una preocupación futura. Además del impacto social que permite a los usuarios el acceso a una mejor calidad de vida manteniéndose en el propio domicilio, es destacable el alcance de la iniciativa de Qida y Pensium en términos cuantitativos, ante la futura explosión demográfica de envejecimiento de la población.

La probabilidad de tener algún grado de dependencia avanza con la edad, de forma que prácticamente uno de cada tres personas mayores de 80 años presenta alguna situación de dependencia y la mayoría de ellas se decantan por un cuidador, por lo que esta solución quiere dar respuesta a una problemática que cada vez tendrá una mayor incidencia en la población de mayores en situación de dependencia.

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