El abuso económico: una forma de maltrato a las personas mayores

Hoy, 15 de junio, es el día designado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. Una jornada especialmente dedicada a tomar conciencia y a expresar la oposición a los abusos y los sufrimientos infligidos a las personas mayores.

En Pensium condenamos todo tipo de maltrato, y en especial el de colectivos vulnerables como el de las personas mayores. Por este motivo, en un día como hoy, queremos dedicar unas líneas a este tema, y en concreto a la negligencia y abuso económico que sufren algunos ancianos.

¿Qué es el maltrato a las personas mayores?

La OMS (Organización Mundial de la Salud) lo define como: «un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza.»

Se trata de una violación de los derechos humanos que incluye el maltrato físico, sexual, psicológico o emocional, el abuso económico, el abandono, la negligencia, el menoscabo grave de dignidad o la falta de respeto.

Lamentablemente, este tema tabú en nuestra sociedad es un problema muy grave que afecta a todos los países. Las estimaciones indican que uno de cada seis ancianos sufre algún tipo de maltrato, cifra que se prevé que aumente con el envejecimiento de la población mundial.

Según un estudio financiado por la OMS con datos de 52 países, cerca de un 16% de las personas de 60 años o más han sido víctimas de maltrato. Concretamente, el informe indica que el tipo de maltrato más habitual en la vejez es el psicológico (11,6%), seguido por abusos económicos (6,8%), negligencias (4,2%), maltrato físico (2,8%) y agresiones sexuales (0.9%).

Si bien es cierto que, según indica el estudio, los abusos psicológicos son los más habituales, la prevalencia del abuso económico no es nada despreciable.

¿Qué se entiende por abuso económico?

El maltrato financiero (o abuso económico) se define como «el uso ilegal o impropio de todos o algunos de los fondos económicos, bienes, propiedades o posesiones de la persona mayor.»

Ello incluye, entre otros:

• Falsificar la firma
• El uso indebido del poder de un tutor sobre los bienes
• Forzar o coaccionar al anciano para que modifique el testamento o otros documentos jurídicos
• La negación del derecho de acceso y control de los fondos personales
• Fraudes, robos o hurtos cometidos por una persona de confianza
• La firma de documentos sin información clara del contenido o sin el conocimiento de éste
• Acuerdos poco equitativos respecto al traspaso de bienes a cambio de servicios de atención

¿Cómo detectar abusos económicos a ancianos?

Tanto el personal de servicios sociales, como los notarios y empleados de banca tienen sus propios protocolos de detección y actuación frente a comportamientos financieros sospechosos o fuera de lugar.

De todos modos, todos debemos prestar atención a ciertos indicadores que pueden llevarnos a detectar que una persona mayor está sufriendo un abuso económico por parte de alguien de su entorno más cercano.

Algunos indicadores de maltrato económico:

• Manifestación expresa por parte de la supuesta víctima de que le manipulan sus efectos personales sin su autorización
• Pérdida de dinero, movimientos sospechosos en las cuentas, retiradas de dinero irregulares o atípicos no justificados
• La aparición repentina de un nuevo mejor amigo
• Pertenencias y bienes desaparecidos
• Cambios de testamento cuando se duda de la capacidad para tomar decisiones
• Firma de documentos legales hechas por la persona mayor que en realidad no entiende lo que ha aprobado
• Atención al mayor no acorde con sus ingresos o medios
• Falta de confort y comodidades cuando se dispone de recursos para poder disfrutarlas
• Problemas de salud física y/o mental sin tratamiento

¿Qué hacer ante la sospecha de abuso económico?

Aunque el Ministerio de Sanidad está trabajando para diseñar una Estrategia Nacional de Personas Mayores que aborde este tema, cada comunidad autónoma tiene su propio protocolo de actuación para evaluar la situación de riesgo y establecer el plan de acción.

Así pues, podréis saber los pasos a dar pidiendo información a servicios sociales.

En Pensium velamos por el cuidado de los mayores

Como habéis visto, una atención a los mayores no acorde con sus recursos, o la falta de confort y comodidades son algunos de los indicadores de maltrato económico.

En Pensium estamos sensibilizados ante esta situación, y buscamos poder dar la atención y cuidados necesarios a las personas mayores que tienen una vivienda, gracias a las aportaciones económicas que permite el Programa Pensium.

Queremos que el esfuerzo de toda una vida por conseguir un patrimonio les permita recibir los cuidados que necesitan al llegar a la vejez. Sin que la familia pierda este patrimonio y sin que tengan que hacer ningún desembolso.

Cualquier operación Pensium se firma ante notario, e informa explícitamente de que el destino de las aportaciones Pensium es cubrir los costes del cuidado del beneficiario, sea en una Residencia o mediante asistencia domiciliaria. De esta manera facilitamos que nuestros mayores reciban la atención que se merecen.