¿Vender la vivienda para pagar la plaza en una residencia de mayores?
Como ya hemos comentado en artículos anteriores, en España la lista de espera para obtener una plaza pública en una residencia de la tercera edad es muy elevada. Por otro lado, el precio medio de una plaza residencial privada está en los 1.955 euros mensuales.
En muchos casos con el importe de la pensión más los ahorros no se llega a afrontar los pagos mensuales y se necesita una ayuda extra para poder acceder a los cuidados profesionales que requiere el estado de salud de la persona mayor. Ante esta situación, frecuentemente se inicia el proceso de la venta de la vivienda de la persona mayor que necesita los cuidados asistenciales.
Evidentemente esta opción implica perder totalmente la propiedad, cosa que a muchos de nuestros mayores les supone un duro golpe emocional, puesto que les ha costado un gran esfuerzo llegar a tener su propia vivienda y tenían la idea de conservarla hasta llegar el momento de dejarla en herencia a sus hijos.
Otro inconveniente con el que nos encontramos hoy en día es que además de perder la propiedad, la liquidez que obtenemos de la venta no se puede invertir de forma rentable con seguridad y que la precipitación en la tramitación de la operación puede provocar que el importe de la venta pueda ser inferior al que se podría conseguir sin condicionantes de urgencia.
También es muy importante tener en cuenta que vender una vivienda lleva consigo una serie de gastos e impuestos para el propietario: la plusvalía de Hacienda, la plusvalía municipal, la cancelación de la hipoteca (en caso de que la haya) y los gastos de notaría correspondiente al vendedor. Cuando fijemos el precio deberemos tener presentes estos gastos, pero tampoco podemos aumentar demasiado el precio de venta porqué nos arriesgaríamos a tardar mucho tiempo en cerrar la operación.
Programa Pensium versus venta de la vivienda
Con el programa Pensium la propiedad de la vivienda siempre se mantiene. Lo único que se hace es cederla para qué, desde el primer momento, la vivienda se explote y “trabaje” para atender los pagos de la residencia.
Al no perder la propiedad de la vivienda, la revalorización de la vivienda va íntegra a los herederos y el tiempo de uso de la vivienda que se cede está ajustado exactamente al capital recibido y utilizado.
Finalmente, y como ventaja adicional, el Programa Pensium se puede cancelar en cualquier momento mientras que la venta del inmueble es irreversible.
¿Sigues con dudas? Contacta con nosotros y te las resolveremos encantados.