La telemedicina: un servicio cada vez más demandado

La pandemia que hemos vivido nos ha cambiado la vida en muchísimos aspectos, entre ellos los hábitos de consumo. Como consumidores ahora damos mucha más importancia a los canales telemáticos y buscamos que nuestra experiencia de compra (o consumo) sea óptima independientemente del canal utilizado para ello.

Este cambio de hábitos y necesidades no solo se ha manifestado en los sectores de bienes de consumo, sino que también se ha hecho muy presente en el sector sanitario.

Según los datos de la startup de e-Health mediQuo, la crisis del COVID19 ha incrementado en un 153% las consultas médicas online en España. Si bien gran parte de las consultas han sido en relación al coronavirus, se registra un aumento considerable de consultas de especialidades como pediatría, ginecología, dermatología o psicología.

A nivel europeo, los españoles somos los que mostramos más predisposición a utilizar los canales digitales en el ámbito de la salud. Tal y como muestra la segunda edición internacional del STADA Health Report, que recoge las respuestas de más de 24.000 encuestados en 12 países europeos, el 82% de la población española está a favor de ser atendido por médicos a través de canales digitales o virtuales cuando se trate de enfermedades leves. Este porcentaje es considerablemente superior a la media europea, que se sitúa en el 70%.

Además, si comparamos los datos actuales con los recogidos en el STADA Health Report de 2019, vemos que el número de españoles dispuestos a ser atendidos por un médico mediante videollamada ha aumentado en 21 puntos porcentuales.

¿Qué conclusiones se desprenden de ello? Pues que la telemedicina ha llegado para quedarse y que, después de lo vivido, cada vez demandamos más productos y servicios online que, además de ofrecernos comodidad, nos permitan evitar el contagio, también en el ámbito sanitario.

Principales usos de la telemedicina

En cuanto a los usos principales que los españoles darían a la telemedicina, el último estudio realizado por la aseguradora Cigna, se señalan los siguientes:

• Consultas médicas acerca de patologías leves, como resfriados, dolores de estómago o erupciones cutáneas
• Seguimiento de patologías crónicas
• Prescripción de recetas
• Recibir asesoramiento de especialistas
• Terapias psicológicas
• Mejorar el estilo de vida

Pero más allá de todo ello, la telemedicina también ofrece a los profesionales de la salud la posibilidad de monitorizar pacientes a distancia. Esto es altamente positivo para los pacientes de enfermedades crónicas, puesto que sin moverse de sus casas puede ser controlados por su médico, que puede revisar, en tiempo real y desde el hospital, datos como en nivel de azúcar en sangre, la presión arterial u otros signos vitales y decidir si hace falta realizar cualquier acción al respecto.

La telemedicina en el sector público

Si bien la telemedicina está cada vez más extendida y es más demandada en el sector privado ¿qué pasa en el sector público?

Si bien hay países que ya hace años que cuentan con servicio público de teleconsulta en Atención Primaria, no es el caso de España. Sin embargo, encontramos proyectos, como el de la Generalitat valenciana, que ha puesto ha instalado 2.000 puntos de teleasistencia en los centros valencianos de salud, o la Comunidad de Madrid, donde ya encontramos varios hospitales públicos que empiezan a ofrecer videollamadas.

Sea como sea, lo que está claro es que el futuro se dibuja con un sistema sanitario mucho más digital y que tanto el sector privado como el público deberán hacer esfuerzos para adaptarse a esta nueva realidad y cubrir las nuevas necesidades de los usuarios, especialmente las de los pacientes más vulnerables al COVID19 que durante una buena temporada seguro que deberán reducir sus visitas presenciales a los centros sanitarios.