Hábitos para evitar la gripe
No hemos terminado aún el primer mes del 2020 y ya estamos sumergidos en plena epidemia de gripe. Según el último informe elaborado por el Sistema de Vigilancia de la Gripe en España, hemos alcanzado en una tasa global de incidencia de 54,6 casos por cada 100.000 habitantes y se espera que siga aumentando hasta superar los 200 casos por cada 100.000.
Al ser un virus al que nos enfrentamos anualmente, a menudo no le damos la importancia que deberíamos, sin embargo cada año se dan casos que requieren hospitalización. En lo que llevamos de temporada gripal la tasa acumulada de hospitalizaciones es de 2,8 por 100.000 habitantes, con mayor peso entre el colectivo de mayores de 64 años.
Por ello, para evitar sustos y complicaciones, lo mejor es la prevención. En este sentido tenemos la vacuna antigripal, especialmente indicada en los denominados colectivos de riesgo, y que el año pasado se calcula que previno hasta un 38% de las muertes por gripe (que la pasada campaña se situaron en el 10,5% de los ingresos), el 40% de los ingresos en la UCI y un 11% de las hospitalizaciones en mayores de 64 años.
Pero también hay ciertos hábitos que debemos tener muy en cuenta en nuestro día a día, ya que nos pueden ayudar a evitar el contagio:
Lavarse las manos a menudo
La gripe es un virus que se transmite por el aire y por contacto, especialmente con las manos. Es por ello que los expertos recomiendan lavarse las manos más a menudo, sobre todo en situaciones tales como:
- Haber estado en contacto con una persona con gripe
- Haber tocado cualquier cosa del espacio público (barandillas, puertas, botones de ascensor…)
Ventilar los espacios
Los virus se propagan más fácilmente en ambientes cerrados, con lo que es importante ventilar tanto el hogar como los espacios de trabajo diariamente al menos 10 minutos.
Evitar aglomeraciones
En época de epidemia de gripe es recomendable evitar, en la medida en la que sea posible, los sitios en los que se acumule gran cantidad de gente. A más personas en un espacio cerrado, más opciones de virus y, por ende, de contagio.
Buena alimentación
La alimentación es básica para fortalecer nuestros sistema inmunológico, con lo que una buena forma de prevención es reforzar nuestras defensa introduciendo en nuestra dieta alimentos ricos en vitaminas A y C (naranjas, verduras de hoja oscura, limones,…).
Evidentemente no hay que alarmarse, pero si se pertenece a un colectivo de riesgo, como es el caso de las personas mayores, lo mejor es tomar todas las precauciones necesarias para evitar contagios, y en caso de contraer la enfermedad seguir siempre las instrucciones del médico.