Vacaciones con personas mayores

Nos encontramos en pleno verano y mientras algunos cuentan los días que faltan para empezar sus merecidísimas vacaciones, otros están ya disfrutando de ellas.

Lo que es innegable es que este verano está siendo diferente para todos, pequeños y mayores. Las noticias sobre la aparición de nuevos brotes de COVID-19, por ahora controlados, nos dejan desconectar para nada de lo sucedido y mucho menos bajar la guardia.

Ante esta situación, muchas familias han cancelado los viajes que tenían programados y los han sustituido por otro tipo de actividades o viajes nacionales. Otras apuestan por escapadas cercanas al lugar de residencia, para no tener que pernoctar fuera, o directamente deciden quedarse en casa y posponer sus viajes hasta que lleguen tiempos mejores.

Cualquier decisión es buena, siempre y cuando se sigan las medidas de prevención establecidas y, sobretodo, se protejan los colectivos más vulnerables, como el de las personas mayores.

De hecho, uno de los programas vacacionales de mayores más conocidos del país, el Programa de Turismo del IMSERSO, fue cancelado durante la pandemia.

Consideraciones para viajar con personas mayores

Con o sin COVID19, siempre que viajamos con familiares mayores debemos tener en cuenta ciertas cosas, por ejemplo:

• No alterar demasiado su rutina, manteniendo horarios de comida y sueño y, por supuesto, la medicación en caso de que tome medicamentos de forma regular.
• Adaptar las actividades del día a día a sus capacidades, para que así pueda seguir el ritmo y disfrutar del viaje o la salida tanto como nosotros
• Evitar paseos o largas caminatas durante las horas de máximo calor. Recordemos que las personas mayores tienen mayor riesgo de sufrir un golpe de calor.
• Evitar sitios con grandes aglomeraciones de gente, utilizar mascarilla y mantener una buena higiene de manos. Ahora no es momento de acudir a sitios concurridos en los que no se pueda respetar la distancia social, y mucho menos si vamos acompañados de personas mayores.
• Evitar comidas copiosas de difícil digestión
• Reservar o alquilar alojamientos de fácil accesibilidad.
• En la medida de lo posible viajar con coche propio, evitando así coger aviones o autobuses con muchos más pasajeros.

Vacaciones con un familiar mayor dependiente

En el caso de que nuestro familiar mayor sea dependiente, lo normal es que se quiera quedar en su domicilio. En este caso, si la familia no quiere viajar no hay problema, porque se mantiene la rutina de visitas semanales y la persona mayor no nota ningún cambio. Sin embargo, puede suceder que queramos viajar o realizar alguna escapada. En estos casos deberemos procurar que la persona mayor dependiente no se quede sola. Para ello tenemos varias opciones:

• Contratar un cuidador profesional que preste los cuidados y la atención que la persona mayor necesite.
• Turnar nuestras vacaciones con las de otros miembros de la familia, para que siempre haya algún familiar que pueda acudir al domicilio y ayudar al adulto mayor en lo que necesite.

Sea cual sea la decisión, lo importante siempre es que tanto la persona mayor como la familia se sientan cómodos con la opción elegida. Solo así aseguramos una buenas vacaciones para todos.