¿Cómo afecta el aburrimiento a las personas mayores?

Entre los retos a los que se enfrentan las personas mayores en su día a día, encontramos uno que a menudo le damos poca importancia, pero puede que tenga mucha más de la que imaginamos: el aburrimiento.

Desde la segunda mitad del siglo pasado son varios los investigadores que han realizado estudios en este campo. Si nos centramos en los hallazgos más recientes, podemos afirmar que el aburrimiento es uno de los mayores problemas en la vejez en todo el mundo, ocupando el puesto número 7 en el TOP 10 de dificultades en la tercera edad. Especialmente entre los mayores dependientes, en los que se trata de un problema que preocupa al 61,3% de ellos.

Sin embargo, si hiciéramos una encuesta a los adultos mayores de nuestro entorno es muy probable que nos encontremos personas para las que realmente el aburrimiento no les supone un problema. Esto es porque el aburrimiento no afecta a todos por igual, aunque hablemos con personas dentro del mismo grupo de edad.

De hecho, los estudios confirman que el aburrimiento se ve influenciado por varios factores sociodemográficos. Por ejemplo, en los hombres el aburrimiento se asocia más a la pérdida de la capacidad para realizar ciertas actividades mientras que en las mujeres se vincula a la sensación de falta de utilidad para los demás. También varía mucho en función de la edad, no es lo mismo hablar de aburrimiento con personas de 65 años que con personas mayores de 85. Otros factores relevantes son el bienestar físico y cognitivo o el lugar donde transcurre el día a día del adulto mayor. Según los varios estudios realizados, las personas que viven en residencias se aburren más que las personas que siguen viviendo en sus comunidades habituales.

¿Cuáles son los desencadenantes del aburrimiento en los mayores?

A lo largo de los años los desencadenantes del aburrimiento en los mayores han ido variando mucho. Hoy en día, se identifican principalmente los siguientes:

• Falta de compañía
• Problemas financieros
• Falta de oportunidades para cuidar de los demás
• Reducción de las funciones cognitivas

Consecuencias del aburrimiento en personas mayores

Las investigaciones realizadas demuestran que el aburrimiento se puede considerar un factor de riesgo a la hora de garantizar un envejecimiento digno, ya que padecerlo de forma sostenida puede derivar en problemas tanto físicos como psicológicos, pudiendo llegar a provocar a la persona mayor que lo sufre:

• estados de enfado, irritación y frustración
• agitación y nerviosismo
• desórdenes del sueño
• disminución en las habilidades funcionales y en la sensación de salud percibida
• soledad
• desinterés por el mundo exterior
• depresión
• aumento del consumo de alcohol
• ideaciones suicidas

Por este motivo los centros de mayores cada vez ofrecen más actividades lúdicas y dan a sus residentes la oportunidad de colaborar en la preparación de las fiestas y eventos del centro, ya que de esta manera favorecen un entorno estimulante para los residentes que les aleja del aburrimiento y ayuda a prevenir sus efectos negativos. Por ello, a la hora de elegir residencia de ancianos, es importante tener en cuenta también el entorno y las actividades y servicios que se ofrecen.

En definitiva, hay que encontrar sistemas para evitar el aburrimiento en los adultos mayores. Una opción, si el estado de salud lo permite, es acudir a cursos para mayores pero hay muchas otras: establecer rutinas con amistades, planificar actividades o excursiones, optar por la lectura, salir a realizar ejercicio físico…cada uno debe encontrar su método, pero como vemos no es un tema secundario con lo que podemos aburrirnos un día, dos, tres…pero debemos evitar el aburrimiento sostenido que nos haga perder la ilusión por el día a día.