Consejos para los cuidadores y familiares de personas con demencia
La semana pasada en nuestro blog estuvimos hablando del ictus y de sus posibles secuelas en caso de no ser tratado a tiempo. En otras ocasiones hemos hablado de enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson o la demencia vascular, todas ellas enfermedades neurodegenerativas que, en estadios avanzados, tienen importantes efectos incapacitantes en las personas que las padecen.
Hoy, pocos días después del Día Internacional del Cuidador, queremos incidir en que detrás de todas las personas afectadas por alguna de estas enfermedades hay al menos un cuidador que se preocupa constantemente por el bienestar de la persona enferma. Justamente por su importante labor, esta semana queremos poner el foco en ellos: los cuidadores.
Usamos el término “cuidador” para referirnos a toda persona que brinda cuidados a otra, ya sea como familiar o amigo, o como profesional. Como hemos comentado en otras ocasiones, en España es muy habitual que el cuidado de personas dependientes recaiga en el entorno familiar, especialmente en las mujeres. En ocasiones se convive con la persona afectada y el rol se desarrolla 24 horas, 7 días a la semana y, en otros casos, se vive en viviendas separadas y se va a prestar ayuda a la persona afectada en ciertos momentos del día. Sea como sea, a menudo cuidar de una persona con demencia puede ser complicado y agobiante, especialmente si recae en un único familiar. Por ello, desde Pensium siempre hemos insistido en la importancia de los cuidados de las personas cuidadoras para evitar lo que se conoce como síndrome del cuidador quemado (o síndrome Burnout).
¿Cómo podemos hacer más fácil el día a día de la persona mayor y de su cuidador?
Para facilitar el cuidado diario de una persona con demencia, vamos a dar algunos consejos para intentar amenizar el día a día, tanto de la persona que padece demencia como de aquellas quienes se hacen cargo de ella.
Para empezar, es muy importante que el cuidador sea consciente de cómo funciona la enfermedad y de cómo ésta va a ir avanzando, anulando progresivamente las capacidades de valerse por sí mismo del afectado. Es importante tomar consciencia de que, en algún punto del proceso, el paciente no va a poder hacer las cosas más básicas por sí solo, como por ejemplo ir al baño, ducharse, cambiarse, tomarse la medicación… y va a ser el cuidador quien lo tenga que hacer por él.
Una vez informados de cómo va a progresar la enfermedad es crucial empezar a ser muy organizados, pues tenemos que cuidar no solo de nosotros mismos sino de una segunda persona quien va a depender totalmente de nosotros. Es recomendable tratar de seguir una rutina diaria regular, como bañarse, vestirse y comer a la misma hora todos los días, para establecer un orden en la vida de ambos.
Ayuda a la persona a crear una lista de tareas, anote las citas con el médico u otros en un cuaderno o calendario y ponlo en algún lugar del hogar que sea visible para así asegurar que no se olviden de ello. Si la persona necesita tomar sus medicamentos regularmente, es de muy buen uso, tener un sistema o recordatorio para recordarlo. No debemos olvidar que el paciente necesita alegría, amabilidad y respeto, pese a que en algunas situaciones puede ser muy cansado mantener la positividad, debemos hacerlo para procurar el máximo bienestar de todos.
Para terminar, recomendamos apoyarse en otros familiares o amigos, y no tratar de llevar a cabo todas las tareas uno solo, ya que al final va a resultar ser agotador y el paciente no va a estar a gusto con la situación, cosa que puede provocar el rápido avance de la enfermedad. Si no tiene nadie más con quien contar, es aconsejable valorar pedir ayuda profesional, ya sea contratando un cuidador a domicilio o valorando el ingreso del familiar en una residencia geriátrica.
En ambos casos, es importante conocer las prestaciones y ayudas ofrecidas por la Ley de Dependencia, así como la posibilidad de hacer frente a los costes de ingreso en una residencia privada con el Programa Pensium mientras no se accede a una plaza pública.